Despacho de Aro Vulturi

Despacho de ARO VULTURI



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Miraba el cuaderno, la pluma en mi mano y la pagina en blanco... aun asi no podia escribir nada. habia visto a elena por la ventana y por alguna razon me habia qiedado en blanco. MARAVILLOSA emocion esta.

silencio y despues 3 toques a mi puerta tras una voz irritantemente aguda, la de didyme.

no espero a que respondiese pasa antes de abrir la puerta.

-adelanta hermana, eres tan bienvenida como en mis aposentos. dije con sarcasmo recordando como habia destruido mi cama. Didyme ya dentro de mi despacho saltando con una sonrisa en los labios y tras ella Elena.

Después de estar en la habitación de Didyme y verla, al fin nos dirigimos al despacho de su hermano, no muy lejos de ese pasillo, largo y algo estrecho, en un principio parecía algo interminable y casi ya en el final nos detuvimos.

Didyme llamo tres veces antes de abrir, yo iba detrás de ella, me moría de las ganas de verlo para que mentir.

Didyme empujo la puerta y tras ella se encontraba un gran despacho repleto de libros de arriba abajo y por todos los lados, parecía más una biblioteca en miniatura. En ella se encontraba un hombre joven, cuya piel parecía prácticamente translucida, albergaba unos ojos rojos, su rostro era hipnotizante tanto que desvie la mirada, sabia que tarde o temprano empezaría a sonrojarme,odiaba cuando pasaba eso, no me gustaba mostrar mi emociones tan fácilmente.

-Hola, Buenos días Aro.-dije sonriéndole.

Didyme loca era un hecho, pero esta vez si que se había vuelto totalmente anormal, como se había atrevido a decir semejantes cosas y además delante de el, me avergonzaba y en ese mismo instante los colores volvieron a cubrir mi rostro. Aro supo contestarle tranquilamente, gracias a dios.

“Vampiros…no hay quien los entienda”.- pensé.

Volví mi mirada hacia a el y frunci el entreceño, estaba feliz de verle si, pero eso de que no vino a verme ni llamarme durante los pasados dos meses no se olvidaba tan fácilmente…

-Bueno si no he venido a ver a Didyme ¿A quien sino?, es la única que durante estos dos meses he podido contactar, después de todo ni siquiera me llamaste. Ademas…-mire de reojo a ver como reaccionaria…- Didyme es mi mejor amiga, tengo derecho a verla e irme de fiesta.

Recalque lo de fiesta, era verdad que esa misma noche nos íbamos
de fiesta.

No parecia mostrar ninguna emocion alguna cuando su hermana recalco que ibamos a ir de fiesta toda la noche.

Levante una ceja relfexionando lo que acababa de decir ¿Pretendientes? Desde cuando...

-Te equivocas, no se de donde has sacado que somos algo, que yo sepa no somos nada o ¿Acaso un simple beso ya es la firma para comprometerse?.-dije sonrei y arrastre a Didyme un poco hacia la puerta, ¿Aro se habria enfadado?aunque lo que no entendi fue cuando nombro "tu niña" ¿Que niña? mire a Didyme en busca de respuestas.

Si estas a la defensiva querida Elena no es mi problema, ataca a otros yo no te he dicho nada de mala manera. además nuestro beso no fue nada importante solo el precio de un trato.

Niñas...

Dydime tambien pareció enfadarse con algo que habia decho me limite a alzar la ceja.

Apreté con fuerza los dientes. Si era mi Elena ¿por que se empeñaba en alejarla de mi?

-Tu preciosa hija estaba bajo tu responsabilidad y cuidado mientras Marcus atiende unos asustos esta noche.

Marcus no tenia trabajo, y eso pensaba arreclarlo.

y pregunte.

-¿para que habeis venido? no parece que querrais verme, ni mucho menos mantener una conversacion informal. les espete con indiferencia.

mi tiempo valia demaciado para cosas de crios...as.

Mire a Aro, sabia como fastidiar a Didyme, pero estaba segura que no nos iba a estropear nuestros planes.

-No estoy a la defensiva!.Didyme insistio en pasar a saludarte antes de volver a irnos.-dije me tire el pelo hacia atras.- Bueno si esta noche no tienes nada que hacer Aro podrias cuidar de tu sobrina ¿no? Asi Didyme podria venirse de fiesta conmigo.

Mire a Didyme sabia que seguramente ya habria pensado en mas de una solucion.

-A sido un placer volver a verte Aro Vulturi. Si no hay nada mas que decir voy a seguir con mi visita.-dije.

solte una gran carcajado cuando mi hermana dejo de leer.

-Que paseis un buen dia pero hos advierto... Estare ocupado con marcus no cuidaremos de la niña.

Ellas se acercaron a la puerta, pero yo tenia que rematar.

-Didyme, hermana...ella se giro para mirarme con la barbilla bien alta.-¿no le habias prometido a Válenti llevarla al bosque esta tarde?

sonrei, lo habia visto en los alegres pensamientos de esa pequeña y una promesa era una promesa.

Mire a Aro y luego a Didyme, sin duda quería fastidiar
nuestros planes, aun así si era responsabilidad de Didyme no se lo iba a
impedir por mi.



-Did si te parece esta tarde vas con la niña y nos vemos a
la noche, además debo ir esta tarde en busca de alguna tienda, necesito saber
que me pondré esta noche…-habia ignorado a Aro por unos minutos.- Bueno no
perdemos mas el tiempo, ¿Por qué no me presentas a Válenti y de paso haces de guía?
Dicho sali de su despacho...

Asentí a las palabras de Elena, no me importaría presentarle a Válenti, seguro que se llevaban genial.

Mi cuñada salió por la puerta, como don Juan por su casa, y me hizo sonreír.

-Bueno, G.I... cuidaré de tu humana, no te preocupes. -le dije, le di un beso en la mejilla y caminé hasta la puerta- Y sé un poco más romántico, ¿quieres? Pídele algún consejo a Marcus si lo necesitas.

Lo oí gruñir y solté una suave carcajada. Junté mis manos tras la espalda y salí de su despacho dando ligeros saltitos, deseando ver a mi querida hija.

Off: Aro, Elena y yo volvemos a las calles de Volterra vale? Llevaré a Válenti fuera del palacio en vez de al bosque gracias hermano cebolla ^^

Volvimos de nuestro pequeño paseo con Válenti y Didyme me dejo justo en la puerta del despacho de nuevo. Mis manos temblaban un poco al llamar...

Llame a la puerta tres veces, cada vez me sentia mas insegura de que mi plan para ganar la apuesta de Didyme funcionara, aun asi lo intentaria.

Nadie respondio, asi que decidi abrir sin mas...

-¿Hola?.-pregunte tontamente, obviamenten o habia nadie.

Ande hacia dentro donde las paredes llenas de libros me recivian, al parecer no estaba. Avance un poco mas, empeze a curiosear y no es que fuera cotilla pero me intrigaba un poco ese pequeño mundo que no conocia de Aro.

Estaba ya delante de su mesa cuando a la primera pronunciacion de su palabra me asuste y di un pequeño salto. Su sigilo fue algo incomodo, no me esperaba que estuviese y mucho menos que me estuviese observando todo el rato desde que entre.

-M-me has asustado.-dije con el corazon latiendo aun bruscamente, me gire y vi que en la parte de arriba de su despacho se encontraba el. -Si, te busco a ti, tenemos que hablar.

El plan para ganar la apuesta, se ponia en marcha, maldeci mil veces a Didyme, esto ya no me parecia tan facil como lo habia formulado.

-Veras...creo que fui un poco brusca antes, "y tu tambien deberias admitirlo" , bueno yo...queria...yo...-empeze a tartamudear, no sabia como decirselo, tan solo era un frase, corta y simple.

Claro que me buscaba a mi, si no fuera asi empezaria a preocuparme.

-¿que haces aqui sino? le dije ironicamente mientras bajaba las escaleras de madera, escuchando su dulce voz.

Y entonces dijo lo que nunca crei escuchar de sus labios, por lo menos durante nuestros primero 50 años juntos.

-¿es eso una disculpa? pregunte con una mirada indiferente, me acerque mas a Elena para rozar con mi mano su mejilla.

-Tal vez yo debi ser mas gentil...pero como no me dejaron. puse los ojos en blanco. lo mejor de todo era que Elena estaba sola conmigo en el despacho. Toque su piel y vi mucho mas de lo que deberia en aquellos escasos segundos antes de que Elena se apartace de mi con disimulo.

-¿has conocido a alguien por aqui? insinue con otra pregunta aunque ya lo sabia.- si quieres ganar la apuesta solo pideme perdon.

Me aparte de el con disimulo, en mi cabeza rondaba ¿Como sabia lo de la apuesta? Al parecer mi tartamudeo se paso de golpe ¡¿Pedirle perdon?! eso era lo que me faltaba y que le importaba quien habia conocido o no...
Deje la apuesta aparte...

-¿Perdon? ¿Pedirte perdon porque? A lo mejor deberias pedirmelo tu a mi, creo que valore demasiado la apuesta ahora mismo me da exactamente igual, pues no pienso pedirte perdon por algo que tu tambien hiciste, te comportaste igual que yo.-dije tanjante.- ¿Ademas como sabes lo de la apuesta?

Esta vez no fue mi orgullo quien dominaba la situacion si no el hecho de que me pusiera por debajo de el, pues si ambos hicimos lo mismo ¿porque deberia yo pedirle perdon?

-Ademas, no te importa a quien conozca, a pero seguramente eso tambien lo sabes, no se como te has enterado lo de la apuesta pero no me gustan los espias, que te quede claro.-dije ya enfadada y algo fuera de si.
Su despacho empezaba a ser algo agobiante con tanto libro y la habitacion se apequeñecia ante mis ojos.

OFF: nota para aclarar: Se supone que elena no sabe lo de los dones y demas XD

No podia creer lo que estaba oiendo, no pensaba que su reaccion fuera disculparse sin mas. Aunque despues de todo si no tenia espias ¿Como sabia lo de la apuesta? Algo no cuadraba en mis datos e intente no darle importancia.

-Al parecer muy bien,Válenti es una niña muy dulce, aunque tiene unas preguntitas que bueno dificil de contestar...-dije riendo recordando el momento de los helados.- Le va mas la sangre que los helados, y es una niña muy bonita...

Hice memoria de los acontecimiento anteriores cuando probó por primera vez un helado, esperaba que le gustase pero no, ella no era como los niños normales, era especial...

-No nos desviemos del tema, sabes la apuesta, ¿Entonces te invito a cenar?.-pregunte como si mas.- Bueno lo siento, los vampiros no podeis, bueno eso...habrá que pensar en otro plan...a veces se me olvida que no eres humano.

Sabia demasiado bien que comian o cenaban los vampiros aunque seguia evadiendo ese hecho que para mi era horrible, tan horrible porque me podia convertir en su propia cena.

-Asi que me toca pedirte perdon.-dije fingiendo que no iba hacerlo, me mordi el labio inferior y decidi mi forma de pedirle perdon. Tan solo nos separaban escasos centimetros y lo trage hasta mi y le di un tierno y largo beso inesperado tanto para el como por mi reaccion, ahora debia de estar mas roja que sus propios ojos.

-¿Te valen asi mis disculpas?.-dije sonriendo nada mas separarme.